Actualmente llamada “República de Haití”, es el tercer país más extenso de las Antillas, por detrás de Cuba y República Dominicana. De habla Criollo Haitiano y Francés.
Haití significa “Tierra de montañas” y su nombre fue adoptado por el revolucionario haitiano Jean Jacques Dessalines como nombre oficial con la intención de que fuera un tributo a los antecesores indígenas.
Es el primer caso de la historia en el que la rebelión de la población sometida a la esclavitud condujo a la abolición de esta, sentando un precedente definitivo y acabando con el comercio transatlántico de personas.
Os voy a hacer un brevísimo resumen de su historia, para que nos situemos y podamos tener conciencia de su cultura.
Antes de la llegada de los colonos vivían en la isla los “Tainos”, un pueblo muy pacífico que llegó procedente de América del Sur, específicamente de la desembocadura del río Orinoco.
Con la llegada de Colón a la isla en 1942, le puso el nombre de “La Española” con la espada y la cruz. Cambió el destino de la isla para siempre, los marineros trajeron enfermedades infecciosas endémicas de Europa. Los nativos carecían de inmunidad a estas y murieron en gran número: la primera de Viruela en 1507. Paralelamente, los indígenas fueron sometidos al sistema de encomienda (una relación muy similar a la esclavitud), por el que se les obligaba a trabajar en las minas de oro y plantaciones
La Corona Española aprobó en 1512-13 las Leyes de Burgos, donde se prohibía el maltrato de los nativos.
A comienzos del siglo XVII, debido al auge que había adquirido el comercio informal de los colonos criollos de la isla, se ordenó entre 1605 – 06 la despoblación de la zona central y oeste de la isla con el fin de frenar esa práctica.
España se bañaba con el oro de la isla y eso atrajo a piratas y filibusteros franceses que también se establecieron en la isla aprovechando esas zonas despobladas.
El gobierno francés quería su parte del pastel y denominó a los piratas colonos franceses. A partir de este momento, se establecieron dos potencias colonizadoras: Francia y España.
Entre Europa, África y América se estableció un comercio transatlántico triangular: armas y alcohol para África, esclavos para las plantaciones Americanas y algodón, café, azúcar y tabaco para Europa.
A los europeos les iba muy bien, ellos mejoraban sus vidas con los nuevos recursos de lujo obtenidos con la ayuda de la mano de obra esclava.